Pensé muchas veces en dejar a aquel mezquino
amo (…) que me tenía ya en la sepultura por hambre (…) Estando con tales penas
un día que el ruin de mi amo había salido, llamó a la puerta un caldedero, el
cual yo creo que fue un ángel que me envió Dios. Me preguntó si tenía algo que
arreglar y yo le dije:
— Una llave de este arca he perdido, y temo que
mi señor me azote. Por vuestra vida, ved si en esas que traéis hay alguna que
le sirva, que yo os lo pagaré.
Comenzó a probar el angélico calderero una y
otra de un gran manojo que traía, y yo le ayudaba con mis flacas oraciones.
Cuando de repente, veo el arca abierta con los panes y como dicen, la cara de
Dios dentro del arca. Y, abierto, le dije:
—Yo no tengo dineros que daros por la llave,
así que tomad de ahí el pago.
Él tomó un pan de aquéllos, el que mejor le
pareció, y, dándome mi llave, se fue muy contento, dejándome más a mí.
Mas no toqué en nada en ese momento, porque no
fuese la falta sentida, y aún, porque me vi de tanto bien señor, parecióme que
la hambre no se me osaba llegar. Vino el mísero de mi amo, y quiso Dios que no
se diera cuenta del pan que el caldedero se había llevado.
Al día siguiente, cuando salió de casa, abrí mi
paraíso panal y tomé entre las manos y dientes un pan y en dos credos le hice
invisible. Luego no se me olvidó cerrar el arca. Y comienzo a barrer la casa
con mucha alegría, pareciéndome con aquel remedio remediar de ahí en adelante
la triste vida. Y así estuve con ello aquel día y otro gozoso.
Esta
vez seréis vosotros los que tengáis que investigar sobre qué es este fragmento.
Para ello os daremos una serie de pistas para que descubráis de qué estamos
hablando y qué importancia tiene:
- Es una obra literaria española del año 1554 muy conocida.
- Su protagonista es un niño.
- La historia va pasando por nueve amos distintos.
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